Es uno de los procesos infecciosos más comunes entre las personas mayores, porque su sistema inmunitario es más débil y les hace más vulnerables a las bacterias que lo provoca.
DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN DE ORINA EN LA VEJEZ:
El diagnóstico para quienes se encuentran en la etapa de la vejez , resulta ser muy sencillo. Acudir al médico, que prescribirá un análisis de orina con el que confirmar si existe o no una infección. Las infecciones de orina suelen desaparecer en pocos días, pero en función de la gravedad, la edad, el estado del paciente y el tratamiento puede durar semanas y requerir hospitalización y administración de antibióticos intravenosos.
Tratamiento: El tratamiento básico para la infección de orina, tanto en mujeres como en hombres, consiste en la administración de antibióticos (si la causa es una aparición bacteriana) o antivirales en caso de virus. Para las mujeres es mucho más corto (entre tres y siete días) y para los hombres puede prolongarse hasta dos o tres semanas, esto es por la diferencia anatómica (más compleja en el hombre). Puede ser precisa la hospitalización para remitir los síntomas y atajar la infección en algunos casos, sin caer una evolución negativa.
SÍNTOMAS DE LA INFECCIÓN DE ORINA EN PERSONAS MAYORES:
Estos síntomas para la infección urinaria son fáciles de detectar:
- Cambios de color y olor.
- Escozor al orinar (disuria).
- Ganas de orinar más frecuentes escasa cantidad.
Pero en personas mayores pueden aparecer otros signos adicionales en su conducta habitual que ayudan a diagnosticar la infección urinaria:
- Confusión.
- Intranquilidad.
- Pérdida de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
- Dolor.
- Cansancio.
- Alucinaciones.
- Empeoramiento de la incontinencia habitual.
- Malestar general.
CÓMO PREVENIR LAS INFECCIONES DE ORINA EN LA TERCERA EDAD:
- Hacer al adulto mayor beber mucha agua.
- Generar un hábito de visita al lavabo y así evitar que retenga la orina en la vejiga demasiado tiempo.
- Evitar el estreñimiento con una dieta equilibrada y rica en fibra.
- Fomentar la movilidad, cambios de postura y el ejercicio moderado, como los paseos.
- Mantener una buena higiene.
En ancianos con la sonda vesical, es crucial tener mucho cuidado cuando se manipule la misma, controlar la cantidad de orina, color y el olor.
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