Ligada a la llegada del frío aparecen los peligros por deshidratación en adultos mayores o de tercera edad. Las bajas temperaturas provocan una disminución notable en su sensación de tener sed o en la necesidad de beber.
Conforme envejecemos el contenido en agua de nuestro cuerpo se ve reducido y por supuesto los riesgos de deshidratación aumentan y las consecuencias son serias. Además, varias pruebas y estudios han demostrado que los ancianos por lo general no consumen las cantidades adecuadas de líquidos para sostener una buena hidratación
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Los problemas de deshidratación suelen aumentar cuando existen incapacidades tanto físicas como cognitivas que limiten el consumo de agua. Por otro lado, hacer uso de diferentes medicamentos puede producir efectos negativos que alteran la necesidad de beber o pueden promover la diuresis.
Aprende a identificarlos y anticípate para evitar efectos perjudiciales. Las personas mayores deben tener especial cuidado con su hidratación. Descubre cómo identificar un síntoma bastante común para reconocer un caso de deshidratación en adultos mayores es la sequedad en las mucosas y en la piel. Otros síntomas habituales son el estreñimiento y la reducción de la orina.
En caso de que la deshidratación sea más grave esta se verá reflejada en una disminución considerable del peso, en una orina oscura, somnolencia e incluso fatiga.
Signos de deshidratación en ancianos
Los signos de deshidratación en ancianos pueden variar dependiendo si se encuentra en un estado suave o severo. Boca, labios y piel son algunas de las principales partes del cuerpo en las cuales encontraremos signos en donde se podría ver reflejada la deshidratación.
La fatiga del cuerpo y el dolor de cabeza son otros signos que podemos observar cuando estamos ante un posible caso. Si estos síntomas se prolongan pueden encontrarse asociados a una tensión arterial baja, o a ritmos cardíacos rápidos.
Si estamos ante un caso de deshidratación severa los principales signos que podremos observar será la sensación de vértigos, confusión o desorientación, e incluso inconsciencia.
Consecuencias de la deshidratación en adultos mayores
Al igual que con los síntomas, las consecuencias de la deshidratación en adultos mayores dependerán de cuan alta sea su severidad. Actualmente hay un alto índice de hospitalización y de mortalidad por este problema.
Incluso la deshidratación en casos más suaves puedo suponer una debilitación de la memoria, la concentración, el tiempo de reacción y de la atención. Además, también puede crear una mayor sensación de agotamiento al punto de provocar riesgos de caídas.
Como prevenir la deshidratación en personas mayores
El mejor método que podemos encontrar para prevenir la deshidratación de personas mayores es primeramente determinar el porqué y desde cuando el sujeto no está consumiendo los líquidos necesarios. Después de esto, podremos determinar los pasos a seguir para evitar este problema que supondrá un riesgo para su salud
Una de las razones más recurrentes por las que se produce la deshidratación en ancianos es por su incapacidad física, que les dificulta el alcance a fuentes de agua o les imposibilita una tarea tan sencilla como servirla en un vaso.
Estas situaciones pueden ser impedirse perfectamente dándoles una mayor facilidad para alcanzar el agua o en otros casos que requieran esfuerzo físico brindarles un apoyo. Es muy importante que ellos mantengan constantemente hidratándose por esa reducción de líquidos provocada por la edad.
Ligada a la llegada del frío aparecen los peligros por deshidratación en adultos mayores o de tercera edad. Las bajas temperaturas provocan una disminución notable en su sensación de tener sed o en la necesidad de beber.
Conforme envejecemos el contenido en agua de nuestro cuerpo se ve reducido y por supuesto los riesgos de deshidratación aumentan y las consecuencias son serias. Además, varias pruebas y estudios han demostrado que los ancianos por lo general no consumen las cantidades adecuadas de líquidos para sostener una buena hidratación.
Los problemas de deshidratación suelen aumentar cuando existen incapacidades tanto físicas como cognitivas que limiten el consumo de agua. Por otro lado, hacer uso de diferentes medicamentos puede producir efectos negativos que alteran la necesidad de beber o pueden promover la diuresis.
Un síntoma bastante común para reconocer un caso de deshidratación en adultos mayores es la sequedad en las mucosas y en la piel. Otros síntomas habituales son el estreñimiento y la reducción de la orina.
En caso de que la deshidratación sea más grave esta se verá reflejada en una disminución considerable del peso, en una orina oscura, somnolencia e incluso fatiga.
Signos de deshidratación en ancianos
Los signos de deshidratación en ancianos pueden variar dependiendo si se encuentra en un estado suave o severo. Boca, labios y piel son algunas de las principales partes del cuerpo en las cuales encontraremos signos en donde se podría ver reflejada la deshidratación.
La fatiga del cuerpo y el dolor de cabeza son otros signos que podemos observar cuando estamos ante un posible caso. Si estos síntomas se prolongan pueden encontrarse asociados a una tensión arterial baja, o a ritmos cardíacos rápidos.
Si estamos ante un caso de deshidratación severa los principales signos que podremos observar será la sensación de vértigos, confusión o desorientación, e incluso inconsciencia.
Consecuencias de la deshidratación en adultos mayores
Al igual que con los síntomas, las consecuencias de la deshidratación en adultos mayores dependerán de cuan alta sea su severidad. Actualmente hay un alto índice de hospitalización y de mortalidad por este problema.
Incluso la deshidratación en casos más suaves puedo suponer una debilitación de la memoria, la concentración, el tiempo de reacción y de la atención. Además, también puede crear una mayor sensación de agotamiento al punto de provocar riesgos de caídas.
Como prevenir la deshidratación en personas mayores
El mejor método que podemos encontrar para prevenir la deshidratación de personas mayores es primeramente determinar el porqué y desde cuando el sujeto no está consumiendo los líquidos necesarios. Después de esto, podremos determinar los pasos a seguir para evitar este problema que supondrá un riesgo para su salud
Una de las razones más recurrentes por las que se produce la deshidratación en ancianos es por su incapacidad física, que les dificulta el alcance a fuentes de agua o les imposibilita una tarea tan sencilla como servirla en un vaso.
Estas situaciones pueden ser impedirse perfectamente dándoles una mayor facilidad para alcanzar el agua o en otros casos que requieran esfuerzo físico brindarles un apoyo. Es muy importante que ellos mantengan constantemente hidratándose por esa reducción de líquidos provocada por la edad.
Si tienes una persona mayor en casa y no puedes dedicarte a ella por algún motivo no te preocupes. Contáctanos para cualquier necesidad que tenga en el ámbito socio-sanitario, Asistalia Contigo está a su disposición para darle solución. ¡Aproveche la garantía y calidad que le brindamos! Consúltenos gratuitamente en info@asistalia-contigo.com y sin compromiso al 912 207 912, o visite nuestras oficinas en Sánchez Pacheco, 17 – local.”