Un momento que a veces se hace crucial para algunos padres, es cuando tras el nacimiento de su hijo y junto a todos los meses que han estado con su bebé deben de volver a la rutina e incorporarse al trabajo. No es tarea fácil y puede que sentir distintas emociones según el caso. No obstante, todos los sentimientos y necesidades de cada uno son válidos, lo importante es ser coherente y congruente consigo mismo y con lo que siente.
Hoy vamos a centrar el artículo en las madres, ya que el próximo domingo es su día.
Cada maternidad es diferente, al igual que cada parto y por tanto cada vuelta al trabajo tiene sus particularidades. Muchas mujeres que se incorporan al trabajo después de la maternidad pasan por diferentes etapas:
• Tristeza… o alivio. Algunas madres, en los días previos a la vuelta al trabajo, llegan a sufrir una depresión postparto tardía. También existe el otro extremo, que es que se sientan aliviadas y consideren el trabajo como una vía de escape de una maternidad que aunque quieran no acaban de controlar, o que aunque la quieran también busquen la forma de equilibrar su ejercicio materno con su profesión.
• Culpabilidad. Los primeros días, la madre puede experimentar un cierto nivel de sentimiento de abandono hacia su bebe, desde un ser que depende por completo de sus cuidados como un mínimo de ser culpa por sentir bienestar en su trabajo más que en su domicilio o de igual manera.
• Ansiedad. La madre alimenta sus temores anticipando situaciones de desastre que pueden afectarles.
Por otro lado, el bebé también vivirá la vuelta al trabajo de su madre con inseguridad si está se lo muestra como tal. Asimismo, el comportamiento de tu bebé dependerá, en gran parte, de su edad y vínculo materno filial.
Antes de los 8 meses el trauma para el bebé será menor, ya que es muy pequeño y le resulta fácil quedarse con otras personas, no ha desarrollado mucho el miedo a los extraños.
Entre los 8 y los 18 meses los lazos afectivos que existen entre la madre y el bebe son fuertes y el impacto de la separación será mayor, ya que la madre suele ser el adulto de referencia. Mantener las rutinas e informarle de las separaciones y los reencuentros le ayudará a comprender que volverá pronto.
Después de los 18 meses, el vínculo afectivo entre madre e hijo es notable y el niño vivirá más dramáticamente la separación.
Para saber qué es realmente lo que cada madre quiere es necesario imaginarse en las 3 opciones: cómo sería trabajar dejando a tu hijo en manos de otra persona; cómo sería estar en casa solo con tu hijo; y cómo sería trabajar y criar al bebé al mismo tiempo. Felicitar por adelantado el día de la madre, a todas aquellas que se sientan como tal y deseen celebrarlo.
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